marzo 25, 2010

Miércoles de Pasión


Solo unos meses habían sido necesarios para que miles de almas pusieran su fe al servicio del Señor de la Victoria. Un barrio entero conmovido en amores, se había hecho cofradía en la Parroquia de San Juan Macías.

Quiso ser la lluvia protagonista en la tarde del Miércoles de Pasión aguando la que estaba llamada a ser una Estación de Penitencia hacia la Gloria. Este año, en la Semana Santa de Cáceres, Dios comenzaba ya Resucitado con las llagas aun ensangrentadas mientras enarbolaba la cruz de la Victoria. Venía como a recordarnos que la Semana Santa no es solo silencio y penitencia sino también alegría porque Jesucristo vencerá a la muerte y convertirá su cruz en el pilar de nuestra fe.

Fue a las 20.30 horas cuando el Señor, ante tantas oraciones, decidió parar la lluvia para permitir que se desatasen las ilusiones de un pueblo entero enamorado de su Cristo. Se bendijo el paso, con unos imponentes candelabros de guardabrisa de cuatro brazos dispuestos a iluminar y proteger la Victoria de Dios. A partir de ahí, la Banda del Humilladero inició la interpretación de la Marcha Real y, a continuación, de manera continuada, comenzó la Saeta... El Señor se desplazaba hasta la puerta mientras los sueños, ante un cielo que se despejaba, imaginaban una coronación en un puente que lleva por nombre Victoria. Sin embargo, la inestabilidad meteorológica nos llevaría a la dura realidad de unas ilusiones diluidas en agua. Una vez fuera, con el paso en los brazos, cuneado suavemente por los hermanos, la oración cantada se hizo presente en forma de Saeta. Finalizada la misma, la emoción se rompió en llanto cuando el capataz, Julián Paniagua, con una voz apagada por el sentimiento y la ilusión, invitó al Padre Dominico Juan Carlos a tocar la campana en la primera levantá del Señor. Y con el toque subió al cielo, resucitó los corazones de un barrio que llevaba muchos años huérfano del amor candoroso de una Cofradía dedicada al Padre de todos los hombres. Los aplausos llenaron las inmediaciones y un puente que no fue atravesado por el paso pero si por el alma del Señor que iluminó a todos los que lo abarrotaban con el Espíritu Santo. Cuando el sentimiento llegaba a su culmen, comenzó a escucharse la marcha silencio, a la que le siguieron más saetas. Con ello finalizó el acto en la calle, pero faltaba la entrada. Como no podía ser de otra manera, Bendición acompañó al Señor hasta su posición original donde los hermanos se fundieron en abrazos, aplausos y unas ganas terribles de revancha Santa, una revancha que se hará realidad el próximo Viernes Santo en la Procesión Magna, para la que los hermanos ya están guardando fuerzas.

Ante la desazón y el desconsuelo de un trabajo tan duro deslucido por la lluvia, debemos quedarnos con la mirada de ese bebé vestido de la Cofradía que aparece entre las últimas fotografías de Elizabeth. Dentro de unos años, el futuro de la Hermandad caminará bajo un cielo colmado de estrellas espectadoras de la Estación de Penitencia del Señor. A ese momento llegará una imagen en perfecto estado de conservación gracias a una decisión tan difícil como acertada por parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad.


Vídeos



Imágenes de la Procesión tomadas por Elizabeth Quintero Durán, nuestra fotógrafa Oficial. Como siempre les recomendamos ver las fotografías en modo pantalla completa puesto que son de gran calidad y solo así pueden disfrutarse plenamente.


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Imágenes de nuestro Colaborador Fernando Montes:


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Quiero agradecer finalmente a todos los colaboradores del blog el trabajo realizado que es de una calidad maestra. También quiero agradecer a toda la audiencia que nos siguió en el día de ayer porque son ellos los que nos animan y nos motivan para realizar este trabajo.

1 comentario:

una cómica cacereña dijo...

gracias.al verlas vuelvo a sentir la emoción agridulce de anoche.